Resulta que a un famoso guitarrista le propusieron ofrecer un concierto en algún país de África, y éste aceptó.
A tiempo tomó el avión y cuando sobrevolaba la selva éste se estrelló en medio de la selva, sólo sobrevivieron el guitarrista y su guitarra.
Al rato, se le acercó un león con cara de hambriento y luego otro y otro.
En ese momento se acordó de que había leído que la música calmaba a los animales, y muy nervioso se puso a tocar una canción.
Los leones se calmaron y acostaron a su alrededor,
y el músico se tranquilizó pensando que se había salvado de morir,
cuando de repente, de entre los árboles salió
un león furioso y se comió al guitarrista,
y uno de los primeros leones le dijo a otro:
¿Ves? ¡Te dije que el sordo, nos iba arruinar el concierto!