El cura se adentró a la selva y se encontró a un grupo de caníbales.
Se ponía a confesarse ya, y lo que le salió de la boca fue un: Ya la he jodido.
En esto que baja un ángel de la guarda y le dice:No, todavía no.
Lo que debes hacer es pelear con el jefe, quitarle la lanza y clavársela al hijo pequeño en el corazón.
Se va el ángel y el cura increíblemente logra hacer todo eso.
Los caníbales asombrados se acercan al cura, y baja el ángel también, que dice:
Ahora sí, ahora la has jodido.