Santa Claus se estaba preparando para su viaje anual de repartir regalos. Como los elfos estaban en huelga, tuvo que hacer horas extra con la lista de regalos.
Fue a ver los renos y descubrió que tenía que darles de comer, limpiarles los establos de mierda atrasada y que, además, cuatro de ellos estaban enfermos,
por lo que tenía que llamar al veterinario y el trineo iba a volar demasiado despacio.
Fue a ponerse sus pantalones rojos y descubrió que no los había lavado desde el año pasado.
Buscó otro par y al ponérselos, descubrió que había engordado 10 kilos. Se peinó la barba y se encontró un pelo negro. Con un cabreo tremendo se fue a la cocina a echar un trago y todas las botellas estaban vacías. En ese momento entró un ángel y le preguntó:
“Santa, ¿qué quieres que haga con el árbol de Navidad?”
Y esa es la razón por la que se suele adornar los árboles de Navidad con un angelito en la punta..