La hija de un granjero pregunta a su padre cómo se hace el amor. El hombre llama a su capataz
y le ordena que lleve a la nena a pasear por el campo. Cuando los dos caminan cerca de un grupo de yeguas y caballos,
ell,a que ya tiene dieciocho años, pregunta:Señor Pérez,
¿cómo hace entender una yegua a un caballo que quiere hacer el amor?
Sólo por el olor, señorita. Más adelante pasan cerca de un corral lleno de vacas.
-¿ Cómo da a entender la vaca al toro que quiere hacer el amor?
-¡ Lo mismo que antes: por el olor, señorita, por el olor!
Y así se repiten las preguntas, y las mismas respuestas, durante toda la tarde.
Cuando regresan a la granja, muertos de cansancio, ella se vuelve de repente y exclama:
-¡ Dígame, señor Pérez! ¿Usted es idiota… o es que está resfriado?