El padre promete al hijo darle un paseo en helicóptero, y aunque era muy tacaño
finalmente tuvo que cumplir su promesa de cumpleaños.
Negociando con el piloto el precio dijo:Es muy caro, hágame un descuento.
Bueno, si es capaz de soportar las piruetas que voy a hacer sin gritar nada,
les saldrá gratis.
Llega el viaje y el piloto del helicóptero hace de todo pero al final tiene que rendirse a la evidencia:
Estoy impresionando, hasta ahora nadie había resistido esto nunca.
No le cobraré el paseo.
Bueno, lo suyo me costo, cuando se cayó el niño por la ventanilla casi grito.