Tres pastores hablando de sus respectivos perros. Dice el primero:Mi perro, fijaos si será listo,
que me cuida el rebaño por el día, y por las noches encierra a las ovejas y les da comer.
Dice el segundo:
Pues al mío solo le falta hablar. No solo cuida a las ovejas, también las esquila y me limpia la casa.
El tercero, con lágrimas en los ojos, dice:
Pues para listo el perro que yo tenía, pobrecillo…
¿Se murió?
Sí, electrocutado?
¿Por un rayo?
No, arreglándome el televisor.