Una viejita iba a un río a pescar y al que también acudía un joven.
Llegan los dos al muelle y la viejita se sienta del lado derecho y el joven del izquierdo,
al finalizar la tarde la anciana llevaba una canasta llena de truchas y el joven nada, y éste dice: –
Mañana llegaré más temprano y me sentaré del lado derecho, así podré pescar algo.
Y así sucedió; total que al terminar el día, la historia se repite y la viejita llena la canasta otra vez, en eso, el muchacho se enoja y éste le dice:
– ¡¡¡Oigaa!!!! ¿Cómo es que siempre se lleva usted los pescados.
Ayer estaba en el lado derecho y hoy en el izquierdo y ambos días pescó muchooo…. –
Tengo un secreto – le dice la viejita- cada vez que me levanto me fijo en dónde está el **** de mi marido;
si está en el lado derecho, vengo al lado derecho; y si está en el lado izquierdo, me vengo al lado izquierdo.
Entonces asombrado, el joven dice: – ¿Y si está parado, es decir, apuntando hacia arriba? – ¡¡¡¡Pues de ****a me vengo!!!!….