Eran unos recién casados, el esposo pensaba… ahora como le voy hacer para que no se de cuenta que me huelen los pies.
Cuando éramos novios era fácil ocultarlo.
Mientras la esposa pensaba…
ahora como le voy hacer para que no se de cuenta que tengo mal aliento cuando éramos novios era fácil ocultarlo.
Llega el esposo y le dice a su esposa: necesito decirte algo, y dice la esposa:
yo también, y su esposo le dice: déjame adivinar ¡te comiste mis calcetines!.