Un árabe y su esposa se encuentran a mitad de un largo viaje por el desierto cuando de repente su camello se sienta y se niega a levantarse.
El árabe lo golpea con su bastón, tira de las riendas con todas sus fuerzas, lo maldice e invoca la ayuda de Alá.
Todo fue en vano, el camello se niega a moverse.
La esposa que estaba parada en la parte trasera del camello dice: “Espera, intentaré esto”.
De repente el camello se levantó y echó a correr hacia el horizonte arenoso.
El árabe le pregunta a su esposa qué había hecho y la esposa respondió
“Simplemente le di una fuerte patada entre las patas traseras en esa cosa que parece una bolsa que cuelga allí”.
El árabe con mirada de resignación se inclina y se toca los dedos de los pies con el culo de cara a la mujer y dice “adelante, hazlo”.
Ella dice “¿hacer qué?” y él responde “patéame en el mismo lugar porque tengo que atrapar la maldita cosa”