Una vez instalado, ve subir a bordo a una mujer de una belleza impresionante. Para su deleite, ella se sienta a su lado.
Con ganas de iniciar una conversación, dice: “¿Viaje de negocios o vacaciones?”
Ella sonríe y dice: “Negocios: la convención anual de sexo en Nueva York”.
El hombre traga con dificultad.
Luchando por mantener la compostura, pregunta: “¿Cuál es tu papel en la convención entonces?”
“Profesor”, responde ella
“Utilizo mi experiencia para desmentir algunos de los mitos populares sobre la sexualidad”.
—¿En serio? —dice el hombre—. ¿Qué mitos son esos?
“Bueno”, explica la mujer, “un mito popular es que los hombres africanos son los más dotados, cuando en realidad son los indígenas americanos.
Otra idea errónea es que los franceses son los mejores amantes del mundo, cuando en realidad los hombres de ascendencia judía son los mejores en la cama.
Sin embargo, hemos descubierto que los mejores amantes en general son los campesinos del sur de Estados Unidos”.
De repente, la mujer se siente un poco incómoda y se sonroja.
“Lo siento mucho”, dice. “No debería estar hablando de esto contigo. Ni siquiera sé tu nombre”.
“Tonto”, dice el hombre.
—Tonto Goldstein. Pero mis amigos me llaman Bubba.