Buddy y su amigo Tom salieron a cazar y, como era la primera vez para Tom, siguió el ejemplo de Buddy.
Buddy vio una pequeña manada de ciervos y le dijo a Tom que se quedara donde estaba y que hiciera mucho silencio.
Después de unos minutos, Buddy escuchó un fuerte grito.
Corrió de regreso y le preguntó a Tom qué había sucedido.
Tom dijo: “Había una serpiente que se deslizaba entre mis pies, pero yo nunca grité.
Luego vino este oso que se me acercó y gruñó, pero yo nunca grité”.
“Entonces, ¿qué te hizo gritar?”
–Buddyx preguntó exasperado.
“Bueno”, continuó Tom,
“Dos ardillas se subieron a mis pantalones y las oí decir:
“¿Nos los llevamos a casa o los comemos ahora?