¿Cómo es que últimamente te va tan bien Pepe?
– Se lo debo a un cerdo que me compré. Fue un poco caro, pero ¡es un genio!
Es capaz de ir al casino ¡y ganar! Gracias a eso ya no tengo problemas económicos Además, me ha descubierto en la granja una mina de oro y petróleo.
Él mismo se encarga de negociar los contratos. Por si fuera poco,
hace un mes se nos quemó la casa y él nos rescató a mí y a mi familia a riesgo de su propia vida.
– ¡Qué impresionante! ¿Puedo verlo, Pepe?
– Sí, claro, es ése: el de las patas de palo.
– ¿Un cerdo con dos patas de palo? ¿Qué le pasó?
– ¡Hombre! Con el cariño que le hemos tomado ¡no creerás que nos lo vamos a comer todo de una vez!