Durante la fiesta de su boda, el joven novio se da cuenta de que su mejor amigo está muy triste.
Sin entender por qué, se acerca a él con un vaso de vino en la mano y le dice: – Bebe esto.
Dicen que la copa del novio da buena suerte.
El amigo levanta la cabeza y sonríe. –
Gracias, pero la suerte no está de mi parte…
Sin saber qué decir, el novio intenta animar a su amigo:
Por cierto, ¿ya has besado a la novia?
Tristemente, responde: – No, hoy no.