Dos leñadores estaban trabaiando cuando, de pronto, uno de ellos, Pablo, se corta un brazo.
Rápidamente el otro,
Matias, mete en una bolsa de plástico el brazo de Pablo y lo lleva al hospital.
Al día siguiente Matias va a ver a Pablo y se lo encuentra jugando al tenis.
Sorprendido, Matias piensa para si mismo:
–¡Vaya, que avanzada esta la tecnología hoy en día!
Después de unos días, Pablo se reincorpora al trabajo, pero se corta una pierna.
De nuevo Matias mete en una bolsa de plástico la pierna de Pablo y lo lleva al hospital.
Al día siguiente Matias va a Visitarlo y ve que Pablo esta jugando al fútbol con otros pacientes, por lo que
Matias piensa:
–¡No hay duda cle que esta tecnología tan moderna es excelente!
Pablo se reincorpora al trabajo nuevamente, pero esta vez se corta la cabeza, por lo que rápidamente Matias
coge la Cabeza de Pablo, la mete en una bolsa de plástico y lo lleva al hospital.
Al día siguiente Matias va a visitar pero no lo encuentra por ningún lado
Enseguida, asustado, le pregunta ala enfermera donde esté su amigo Pablo, y esta le contesta:
— Se hubiera salvado a no ser por… ¡un idiota que le metió la cabeza en una bolsa de plástico y lo asfixió !!!