Se encuentran un topo y una serpiente en lo más profundo de la tierra. El topo era ciego y la serpiente nunca había podido salir a la superficie entonces,
como ambos no sabían como eran, deciden tantearse y así descubrirlo.
Entonces la serpiente empieza a tocar al topo y le dice:
– Tenés pelos, un hocico muy afinado, una nariz pequeña.
Y el topo le corta y le dice:
– Ya se, soy un topo!
Luego el topo empieza a tantear a la serpiente y le dice:
– A ver, sos fría, te arrastrás y tenés unos colmillos muy grandes.
Entonces la serpiente le corta y le dice:
– No puede ser… soy un abogado