El león se desplaza majestuosamente por la selva.
El mono lo ve venir y sube velozmente a un árbol.
– Tranquilo, mono: hoy estoy de buen humor y quiero ser amigo de todos las animales. Si bajas no te haré nada.
– No bajo. No te creo.
– Baja, mono.
Quiero ser amigo.
Para que veas que no te haré nada me voy a atar.
¿Ves? Ya no me puedo mover.
Baja y te saludo.
El mono baja temblando del árbol.
– ¿Por qué tiemblas? Quiero ser tu amigo.
– Tiemblo de emoción: ¡es la primera vez que le voy a romper la cara a un león!