En un parque hay una señora con su pequeño hijo de 5 años y ella decide darle una moneda para que se compre un helado.
El niño se mete la moneda en la boca y sale corriendo al puesto de los helados, pero tropieza y se atraganta con la moneda.
La señora corre inmediatamente, levanta a su hijo, lo coloca boca abajo y le golpea la
espalda tratando que escupa la moneda, pero sus intentos son inútiles.
Ella no sabe que hacer y el niño se está asfixiando; el color de su rostro empieza a tornarse morado.
La pobre señora mira para todos lados buscando ayuda y gritando en busca de auxilio.
Un señor que está viendo la escena, se acerca con mucha calma y tranquilidad, toma la niño, le baja los pantalones, le aprieta fuertemente los,
le dice algo al oído y el chico inmediatamente escupe la moneda.
La madre del niño del niño aún con lágrimas en los ojos mira al hombre que ha salvado a su hijo y le dice:
– Gracias caballero, ha salvado usted la vida de mi hijo, ¿es usted médico?
– No señora… Responde el salvador. Solo soy un recaudador de impuestos del gobierno…!