Estaban 2 compadres platicando y le dice uno al otro:
– Compadre, hazme un cuadro de la Última cena.
– Seguro compadrito.- Contestó el pintor
A la semana siguiente, le llevan el cuadro pero resulta ser que el pintor, en vez de ponerle 12 discípulos dibujó 13.
Entonces el compadre bien enojado le dice al pintor
– Oye, yo no te voy a pagar ese cuadro porque la verdad es que me lo hiciste con 13 discípulos y son 12.
– No te preocupes compadrito, ahorita te arreglo el asunto.
Saca el compadre pintor un pincel, un poquito de pintura,
y le pone a uno de los discípulos “Yo no soy discípulo ni soy nada, yo nada más ceno y me largo a la chingada”.