Este era un chofer que vendía tanques de gas,
todos los días pasaba por las calles gritando,
gaaaas,gaaaas,y personas que querían comprar ellos tambien tienen que gritar gaaaas,para que el chofer se los lleve.
Pues un día,el chofer grita gaaaas,gaaaas,y olle una voz por la ventana de un edificio de muchos pisos gaaaas,gaaaas,
entonces se pone en su hombro un tanque de gas y ahi va subiendo en las escaleras y seguia ollendo gaaaas,gaaaas
y hasta que por fin llega en el ultimo piso y toca la puerta y dice:gaaas,y contestan adentro: gaaas,
y el abre la puerta y dice:gaas y en eso ve a un lorito,gritando gaaas,
se enojo tanto que lo agarra y lo clava de sus alas y de sus patitas en la pared y se va.
en eso el lorito voltea y mira al lado y ve a jesucristo clavado,y le dice:
Y tu cuantos tanques de gas pediste.