Este hombre tenía un deseo especial para los demás
Un autobús que transportaba a muchas personas se estrelló en una carretera helada, estalló en llamas y todos murieron.
Al llegar al cielo, Dios dijo: “Ya que has muerto de una manera terrible, te concederé un deseo antes de dejarte entrar al cielo”.
La primera mujer, siendo una persona siempre preocupada por su apariencia, se acerca a Dios y le dice: “Deseo ser bella”. Dios le concede su deseo.
La siguiente persona no puede decidir qué desear, por lo que termina deseando lo mismo. En este punto, un hombre al final de la línea comienza a reírse.
La siguiente pareja, viendo lo maravillosos que se han vuelto los dos, también desean volverse hermosos, y el hombre al final se ríe aún más fuerte. Uno tras otro, la gente desea lo mismo.
Cuanto más se acerca Dios al final de la línea, más se ríe el hombre. Cuando Dios finalmente lo alcanza, le pregunta: “¿Cuál es tu deseo, hijo mío?” El hombre dice: “¡Hazlos a todos feos otra vez!”