La esposa le dice a su marido:
Te las das de muy electricista, y ya ves que
el timbre de la puerta que nos tiene que avisar cuando llega alguna persona lo arreglaste, pero no suena,
y cuando alguien quiere timbrar huele a quemado,
se apagan todos los bombillos de la casa y la plancha deja de funcionar.
El esposo dice:
Y te parece poco eso para saber que alguien esta llamando a la puerta.