Una rubia con sobrepeso consultó a su médico.
El médico dijo que debería correr diez millas por día durante treinta días.
Esto, prometió, la ayudaría a perder las 20 libras de las que ha estado tratando de deshacerse.
La rubia siguió el consejo del médico y, después de treinta días, se alegró de descubrir que efectivamente había perdido esos molestos 20 kilos.
Llamó al médico y le agradeció los maravillosos consejos que produjeron resultados tan eficaces.
Al final de la conversación, sin embargo, hizo una última pregunta:
“¿Cómo llego a casa si ahora estoy a 300 millas de distancia?”