La Sra. Green vivía en una casa de dos pisos junto con una viuda anciana.
Después de no saber nada de ella durante unos días, se puso un poco nerviosa.
“Johnny”, le gritó a su hijo, “hazme un favor y ve a averiguar cuántos años tiene la señora Robinson”.
Entonces John, de seis años, bajó las escaleras y llamó a la puerta de la señora Robinson.
—Entonces, ¿cómo está? —preguntó la señora Green cuando John volvió a subir.
-¿Cómo está?-repitió Johnny.
“Nunca la había visto tan enojada en mi vida. Dijo que no es asunto tuyo la edad que tenga”.