Un día, en el hospital, dos niños pequeños estaban acostados en camillas uno al lado del otro afuera de la sala de operaciones.
El primer niño se inclina y pregunta: “¿Qué te espera?”
“Estoy aquí para que me extirpen las amígdalas y estoy nervioso”, dice el segundo niño.
El primer niño dice: “¡No tienes de qué preocuparte! Me lo hicieron cuando tenía cuatro años”.
Te ponen a dormir y cuando te despiertas te dan un montón de helado y gelatina. ¡Es muy fácil!
– “Bueno, ¿para qué estás aquí?” pregunta el segundo niño.
“Una circuncisión”, repite con tristeza el primer niño.
El segundo niño dice: “¡Guau! ¡Me lo hicieron al nacer y no pude caminar durante un año!”