Mitsy y Milda hablaban de sus nietos después de las vacaciones.
Mitsy dijo: “Mi nuera dejó de obligar a mis nietos a enviar notas de agradecimiento.
Cada año les enviaba a mis nietos una tarjeta con un generoso cheque en su interior. Siempre recibí una linda nota de agradecimiento.
Sin embargo, desde que mi nuera dejó de hacer que sus nietos enviaran notas de agradecimiento, nunca supe de ellos”.
Milda dijo: “Mi nuera nunca hizo que los nietos enviaran notas de agradecimiento.
Yo también les envío un cheque muy generoso. Sin embargo, durante los últimos años, tengo noticias suyas una semana después de recibirlo.
De hecho, cada uno de ellos me hace una visita personal”. “
Vaya”, comentó Mitsy. “Ojalá el mío hiciera eso”. “
Puedes, Mitsy, puedes”. “¿Cómo?” —preguntó Mitsy.
“Sencillo”, respondió Milda. “Haz lo que yo hago: no firmes el cheque”