Un conductor de una compañía de trasportes llama al gerente, muy temprano, y con voz quejumbrosa y apagada le informa
– Señor gerente, creo que hoy no puedo ir a trabajar, he amanecido con una tremenda indisposición; me duele la cabeza, tengo estrés, me tiembla el cuerpo…
El gerente lo interrumpe exclamando
– De ninguna manera Gonzalez; hoy tenemos muchos compromisos que no podemos aplazar por un simple estrés.
Cuando yo amanezco en esa condición de salud, le pido a mi esposa que tengamos sexo, eso me relaja,
me cambia el ánimo y me permite cumplir con mis deberes sin problemas. Hazlo y verás como te mejoras…
Tres horas después Gonzalez llega a la compañía mostrando su mejor sonrisa y le dice al gerente
-¡ Doctor, Usted es un sabio! Seguí su consejo, y no imagina como me siento de bien.
Además debo felicitarlo; tiene usted una hermosa casa, una cama estupenda, y su esposa además de linda es una estupenda e insaciable amante…!