Un esposo tiene una sorpresa para su esposa, pero al tener los ojos vendados en la mesa, ella hizo esto
Durante el almuerzo en el trabajo la semana pasada, comí 3 platos de frijoles (que sé que no debería).
Cuando llegué a casa, mi esposo parecía emocionado de verme y exclamó encantado: Cariño, tengo una sorpresa para cenar esta noche. Luego me vendó los ojos y me llevó a mi silla en la mesa de la cena.
Tomé asiento y justo cuando estaba a punto de quitarme la venda, el
sonó el teléfono. Me hizo prometer que no tocaría el bli.
Ndfold hasta que regresó y fue a contestar la llamada.
Los frijoles que había consumido todavía me estaban afectando y la presión se estaba volviendo insoportable, así que mientras mi esposo estaba fuera de la habitación, aproveché la oportunidad, cambié mi peso a una pierna y dejé pasar una.
¡No solo era ruidoso, sino que olía como un camión de fertilizantes corriendo sobre una mofeta frente a un basurero!
Saqué mi servilleta de mi regazo y avivé el aire a mi alrededor vigorosamente. Luego, cambiando a la otra pierna, arranqué tres más. El hedor era peor que el repollo cocido.
Manteniendo mis oídos atentos a la conversación en la otra habitación, seguí lanzando bombas atómicas como esta durante unos minutos más. ¡El placer era indescriptible!
Finalmente, las despedidas telefónicas marcaron el final de mi libertad, así que rápidamente abanicé el aire unas cuantas veces más con mi servilleta, la coloqué en mi regazo y doblé mis manos sobre ella sintiéndome muy aliviada y complacida conmigo misma.
Mi rostro debe haber sido la imagen de la inocencia cuando mi esposo regresó, disculpándose por tomarme tanto tiempo.
Me preguntó si había mirado a través de la venda y le aseguré que no.
En este punto, se quitó la venda y doce comensales sentados alrededor de la mesa, con las manos en la nariz.