Un hombre caminaba por la calle cuando oyó una voz:
¡Alto! ¡Quédate quieto! Si das un paso más, te caerá un ladrillo en la cabeza y te matará.
El hombre se detuvo y un gran ladrillo cayó justo frente a él.
El hombre quedó asombrado.
Continuó caminando y al cabo de un rato iba a cruzar la calle.
Una vez más la voz gritó:
¡Alto! ¡Quédate quieto! Si das un paso más, un coche te atropellará y morirás.
El hombre hizo lo que le ordenaron, justo en el momento en que un automóvil apareció a toda velocidad en la esquina, casi golpeándolo.
¿Dónde estás?, preguntó el hombre.
“¿Quién eres?”
“Soy tu ángel de la guarda”, respondió la voz.
“¿Ah, sí?” preguntó el hombre…
“¿Y dónde estabas cuando me casé?”