Un hombre y su amigo están jugando al golf como todos los sábados.
Uno está a punto de hacer un golpe en el green, cuando de repente aparece un cortejo fúnebre en la calle al lado del campo.
El hombre se para en medio swing, se quita su gorra, se agacha sobre una rodilla y se pone a hacer una oración.
Su amigo, impresionado con la sensibilidad de su compañero, le dico
“Wow, esto es lo más sensible y tierno que he visto jamás.
Eres un hombre realmente bueno”.
Dice el otro “Bueno, gracias.
Pero es normal – al fin y al cabo, estuvimos casados 35 años”.