Un ladrón invade una casa en plena noche.
Mientras avanza lentamente por la casa vacía y oscura, oye una extraña voz procedente de la oscuridad del más allá, que decía:
“¡Jesús te está vigilando!” Sorprendido, el ladrón apunta su linterna en la dirección del sonido, sólo para descubrir que el sonido era hecho por un loro.
Enfadado, el ladrón dice: “¿Así que tú eres la mierdecilla que casi hace que me cague en los pantalones?
Oh, rata alada, ¡debería guisarte en agua hirviendo por eso!”.
Entonces el loro dice: “San Pedro te está mirando”.
Intrigado, el ladrón dice: “Hace tiempo que perdí la fe, no creo en ninguna de esas tonterías religiosas. ¿Cómo te llamas, pajarito?”. El loro responde:
“Me llamo Judas”. El ladrón suelta una carcajada y pregunta:
“¿Qué clase de estúpido llamaría Judas a un loro?”. El loro no tarda en responder: “
El mismo imbécil que llamó Jesús y San Pedro a los dos Pit Bull que tienes detrás”.