Un muchacho estaba recostado en la cama junto a su nueva pareja.
Después de haber tenido su primera sesión de ****, ella se pasó una hora acariciándole los testículos.
Algo que ella parecía disfrutar enormemente.
Mientras él lo disfrutaba en la misma forma, se volvió hacia ella y le preguntó:
……- ¿Por qué te gusta tanto acariciar mis testí##los?
Y ella con voz tierna le respondió:
Porque extraño los míos.