Un niño le dice a su padre: “Papá, nuestro profesor de matemáticas quiere verte”.
“¿Qué pasó?” Pregunta el padre.
“Bueno, ella me preguntó, ‘¿cuánto es 7 * 9?’ Respondí ’63’ y luego preguntó: ‘¿y 9 * 7?’ Entonces pregunté ‘¿cuál es la puta diferencia?’
“De hecho, ¿cuál es la diferencia?” pregunta el padre. “Claro, iré”.
Al día siguiente, el niño llega a casa de la escuela y dice: “Papá, ¿has pasado por la escuela?”.
“Aún no.”
“Bueno, cuando lo hagas, ven a ver al profesor de gimnasia también”.
“¿Por qué?” pregunta el padre.
“Bueno, hoy tuvimos una clase de gimnasia y él me pidió que levantara el brazo izquierdo, y lo hice.
Luego mi brazo derecho, también lo levanté. Luego me pidió que levantara la pierna derecha y así lo hice.
‘Ahora’, dice, ‘levanta la pierna izquierda’, entonces le pregunté: ‘¿Qué? ¿Se supone que debo pararme…? mi polla??’”
“Exactamente”, dice el padre. “Está bien, iré”.
Al día siguiente, el niño le pregunta a su padre: “¿Fuiste a la escuela?” “No aún no.”
“No te molestes, me expulsaron”.
Sorprendido, el padre pregunta “¿Por qué te expulsaron?”
“Bueno, me citaron a la oficina del director y allí sentados estaban la profesora de matemáticas, la profesora de gimnasia y la profesora de arte”.
“¿¡Qué carajo estaba haciendo allí el profesor de arte!?” pregunta el padre.
“¡Eso es lo que dije!”