Un turista que viaja a pie por una zona montañosa hace un autostop en la carretera.
Se le acerca un coche cuyo conductor le invita a subir.
Tras unos minutos de viaje, el conductor inicia la conversación:
Creo que es usted verdaderamente valiente al caminar en solitario por esta zona.
Sin ir más lejos, la semana pasada huyeron dos locos ho******** del manicomio local. El turista, un tanto alarmado, le pregunta:
Oiga, ¿y los han cogido? El conductor se le acerca un poco más, le echa un brazo por los hombros y le susurra al oído:
Sólo a uno, tesoro.