Una chica en un bar se queja de que no tiene suficientes pechos.
Un borracho va a verla y le dice:
- Tengo algo bueno para tus pechos. Tome papel higiénico y luego frote entre los dos senos todos los días.
Eventualmente crecerán.
La niña encuentra esta idea ridícula y le dice al niño: - Francamente, ¿me llevas por un pastel? ¿Cómo puede el papel higiénico agrandar mis senos?
El niño responde: - ¡Funcionó bien con tu trasero!