Una empresa, considerando que era hora de una reestructuración, contrata a un nuevo director ejecutivo.
Este nuevo jefe está decidido a librar a la empresa de todos los holgazanes.
Durante un recorrido por las instalaciones, el director ejecutivo se fija en un hombre apoyado en una pared.
La sala está llena de trabajadores y quiere hacerles saber que va en serio.
El director ejecutivo se acerca al hombre y le pregunta: “¿Y cuánto dinero ganas a la semana?”. Sin inmutarse, el joven lo mira y responde: “Gano 200 dólares a la semana”.
El director ejecutivo le entrega al hombre 200 dólares en efectivo y grita: “Aquí tienes el sueldo de una semana, ¡ahora FUERA!”
Sintiéndose bastante bien por su primer despido, el CEO mira alrededor de la sala y pregunta: “¿Alguien quiere decirme qué hizo ese tonto aquí?”
Con una sonrisa tímida, uno de los otros trabajadores murmura: “Repartidor de pizza”