Una pareja de campesinos había deseado toda su vida tener hijos e intentaban,
intentaban y nada, hasta que un día le dieron la buena noticia que iban a tener un hijo varón.
Al cual bautizaron como Tiros.
Ellos muy felices lo criaron, cuando cumplió casi los 18 se fue a la ciudad.
Los meses pasaron y pasaron y los padres no sabían nada de él.
Hasta que un compadre se acerca a su casa y le dice:
Compadrito, tengo muy buenas noticias de Tiros, le enseña el periódico y donde dice: “Tiros en la universidad”.
Entre todos se felicitan y matan a la vaca más gorda y grande y festejan por su triunfo. Pasan unos 2 meses vuelve el compadre y le dice:
Tengo noticias de tu hijo: Tiros para abogado. Vuelven a matar a la vaca más grande
y hacen una gran fiesta, todo el pueblo se enteró, todos fueron invitados.
A los 5 meses viene el compadre y le dice:
Le tengo malas noticias compadrito y ven el título del periódico y dice:
“A tiros lo mata la policía”.