En un pueblo el cura novato va por la noche al bar más moderno para tomar una jarra de cerveza y charlar con sus feligreses.
La conversación es muy agradable.
Hasta que el cura tiene necesidad de ir al retrete.
Cuando vuelve, se da cuenta de que todos se están riendo a carcajadas.
Pero él no comprende la razón de las risas.
Cuando todos se han ido, el cura pregunta al dueño del bar.Mire, Padre.
¿A que usted vio una mujer desnuda pintada en la pared del retrete? –
Claro, no soy ciego. ¿Y eso qué significa?
Y esa mujer tiene abajo una hoja de parra…
Bien, ¿y qué?
Sabe, Padre, si alguien levanta esa hoja de parra, aquí suena un timbre fuertísimo…