Un empleado de una gran empresa coge el teléfono, marca y dice,
“¡Querida, levanta tu dulce culito y tráeme un café y un cruasán y date prisa!”.
Responde una voz muy masculina y grave:
“¡Eh, completo idiota, te has equivocado de número! ¿Sabes siquiera con quién estás hablando? Con el gerente, ¡cabrón!”
Luego el empleado:
“Y tú Аrsсhlосh, ¿sabes con quién estás hablando?”.
El director general responde:
“¡No!”
El empleado dice,
“Vaya, qué suerte tengo”, y cuelga rápidamente.