Un funcionario acude a su médico de cabecera y le dice:
“Hola, doctor, no tengo ganas de ir a trabajar mañana. ¿No puede darme de baja por enfermedad?”.
El médico dice:
“Sí, hay una nueva ley, ya no es tan fácil. ¿No tiene algo pequeño que podamos utilizar como motivo?”.
El funcionario dice que no. “Muy bien. Métase el dedo en el culo”. El hombre lo hace. Entonces el doctor dice:
“¡Y ahora chúpate el dedo!”
El hombre pone cara de asco y dice:
“Doctor, ¿de verdad tiene que ser así? Yo no quiero”.
El médico empieza a sonreír. “¡Pues ya ve, pérdida de apetito!”.