Una tortuga bebé estaba parada al pie de un gran árbol y con un profundo suspiro comenzó a trepar.
Aproximadamente una hora más tarde, llegó a una rama muy alta y caminó hasta el final.
Se giró, extendió las cuatro aletas y se lanzó fuera de la rama.
Al aterrizar al fondo sobre un montón de hojas blandas y muertas, se sacudió, caminó de regreso al pie del árbol y con un suspiro comenzó a trepar.
Aproximadamente una hora más tarde llegó de nuevo a la rama muy alta, caminó, se dio la vuelta, extendió las aletas y se arrojó desde la rama.
Nuevamente aterrizó en el fondo, se sacudió, fue al pie del árbol, suspiró y comenzó a trepar.
Observando estos procedimientos desde el final de la rama había dos pajaritos.
Mamá pájaro se volvió hacia papá pájaro y le dijo:
“¿No crees que es hora de que le digamos que fue adoptado?