La viejita se sentó

La viejecita se sentó justo detrás del conductor del autobús.

Cada diez minutos más o menos ella decía: “¿Hemos llegado ya a las cataratas de Oriskany, hijo?”

“No, señora, todavía no; Te lo haré saber”, respondió una y otra vez.

Pasaron las horas, la anciana seguía preguntando por las cataratas de Oriskany y finalmente el pequeño pueblo apareció a la vista.

Suspirando aliviado, el conductor frenó bruscamente, se detuvo y gritó: “Aquí es por donde se baja, señora”.

“¿Son las cataratas de Oriskany?”

“¡SÍ!” él bramó. “¡Salir!”

“Oh, voy a ir hasta Albany, hijo”, explicó dulcemente.

“Es solo que mi hija me dijo que cuando lleguemos a las cataratas de Oriskany, será hora de tomar mi pastilla para la presión arterial”.

Mariana

Mariana es una experta en manejo del estrés y humor, escritora de comedia, comediante e instructora / entrenadora de comedia. Ella tiene un M.P.H. grado que es sinónimo de maestría en salud pública o maestra del humor público Consulta con organizaciones sobre cómo usar el humor para manejar el estrés, el cambio y el conflicto, y estimular la creatividad, el trabajo en equipo y la moral

By Mariana

Mariana es una experta en manejo del estrés y humor, escritora de comedia, comediante e instructora / entrenadora de comedia. Ella tiene un M.P.H. grado que es sinónimo de maestría en salud pública o maestra del humor público Consulta con organizaciones sobre cómo usar el humor para manejar el estrés, el cambio y el conflicto, y estimular la creatividad, el trabajo en equipo y la moral